¡Buenas tardes, queridos lectores! Por fin subiré el relato (que pensé haber subido el lunes pasado) del sorteo que dije que celebraría mediante Twitter por los 100 seguidores (el que llevaba el hashtag de "#Relato100Followers"). Y el ganador fue
Manu Raposo al acercarse más al número ganador (ya que nadie acertó el 78). Así que, como bien se dijo, el ganador de dicho sorteo podía poner todas las condiciones que quisiera para el relato y él pidió que en el relato hubiera un
dragón, muerte y almas perdidas pero sin ningún héroe que salvase nada (como podréis encontrar
aquí). Así que bueno, en eso basé el relato y esto es lo que ha salido. Espero que os guste y disfrutéis con la lectura.
Un
rugido a lo lejos le despertó de golpe, pero no dudó ni un instante. Ya sabía
que se escondía tras él.
Alzó la
cabeza, se levantó y se sacudió sus peludas orejas. Luego estiró sus patas y
desperezó los músculos, inactivos durante demasiado tiempo.
Miró al
cielo.
No había
duda.
Tarde o
temprano las profecías debían cumplirse y ya había pasado demasiado tiempo
desde la primera.
Cogió su
fino chaleco negro y se lo colocó junto al cinturón del cual colgaba la funda
de su espada. Luego se puso a la espalda el carcaj y el arco que los ancianos
le dieron.
No tenía
tiempo para más cosas, así que ante la incertidumbre de que más llevarse cogió
un pequeño saco de cuero que ató a la correa del carcaj. Y, sin perder más
tiempo, echó a correr siguiendo la corriente de las azuladas formas que
transitaban por encima de los árboles.
Una
ráfaga de viento le advirtió de que algo no iba bien así que saltó y,
agarrándose de la rama de un árbol, empezó a trepar mientras iba saltando entre
ellos.
No tardó
demasiado en llegar a la explanada y, desde la rama del último árbol en el que
se encontraba, lo observó.
Observó
como la hierba era pasto de las llamas y el fértil suelo se convertía en dura
roca.
Observó
como el flujo en un principio azulado iban hacia esas llamas y, al salir de
ellas, se volvía grisáceo.
Observó
como una gigantesca forma, oculta por su propia sombra, estaba cara a él.
Y no
vaciló. Cogió el arco y cargó la primera flecha, apuntando a algo que parecía
cobrar vida del flujo grisáceo.
Un
disparo certero disipó al humanoide de humo, pero eso provocó que delatase su
posición pues, inmediatamente, notó como los rojizos ojos de la gigantesca
criatura se clavaban en él.
Un miedo
atroz invadió su cuerpo, obligándole a sacudir su cuerpo para quitárselo. Pero
en ese intervalo de tiempo vio como se habían formado más humanoides. E iban
hacia él.
Disparó
algunas flechas, pero seguían avanzando y él no ganaba terreno. Por lo que
guardó el arco y saltó desenvainando la espada.
Una vez
en el suelo, empezó a correr en sus dos patas traseras, dando tajos a todos los
humanoides que se encontraba de camino. Pero cada vez habían más y eso le
impedía apenas avanzar, por lo que envainó la espada y, con un cuchillo que
llevaba en el chaleco el cual se puso en la boca, empezó a correr a cuatro
patas, dando tajos solamente a los que se cruzaran de frente.
Ahora sí
que había logrado avanzar. Pero el fuego le cortó el paso.
Miró
hacia arriba y vio al oscuro gigante, que abrió la boca mostrando una
blanquecina sonrisa llena de colmillos.
Pisó el
fuego y este se apagó de golpe, pero a partir de ese pisotón se formó un
círculo entre los dos contrincantes.
El
gigante desplegó sus alas y, ahora, con el fuego rodeándole, el joven zorro
pudo verlo con claridad. Pudo ver con claridad como se trataba del dragón de
las profecías.
Y, por
ello, significando que los humanoides de humo eran las únicas representaciones
terrenales de las almas absorbidas por este ser. Esclavos inútiles que vagan
sin razón. Almas perdidas.
El zorro
torció el morro y arrolló el cuchillo al gigantesco dragón, que lo apartó de un
coletazo.
Enseñó
sus dientes y el gigante pareció reírse de él, de su pequeño tamaño y su fuerza
insignificante, pero no hizo nada. Como si esperase su ataque. Cosa que no
tardó demasiado en suceder.
La
plateada espada fue desenvainada de nuevo y, al alzarla como si fuera a dar un
tajo, con una de sus patas traseras levantó la flecha del suelo que había
lanzado por primera vez y la bateó con la parte plana de la hoja.
El
inesperado proyectil dio de lleno a la coraza de escamas de la enorme criatura,
haciéndola sangrar por su estómago. Haciendo que la rabia se apoderase de él.
Echó una
llamarada hacia el zorro, pero éste la esquivó.
Intentó
aplastarlo con su pata, pero rodó.
Un
coletazo, también fallido, que él aprovechó para subirse a él y escalar por su
espalda.
Rajó una
de sus alas, impidiéndole empezar a volar como parecía que iba a intentar y
siguió trepando hacia su cabeza, con la espada en la pata y ocasionándole
cortes siempre que podía.
El
dragón se movía, agitaba e intentaba cogerlo, pero no llegaba, hasta que él se
colocó en su hombro.
Entonces,
para su sorpresa, la cola le agarró por la cintura cuando saltó a un lado
evitando un manotazo y lo tiró al suelo.
La
enorme zarpa se colocó en su abdomen y los rojizos ojos se clavaron en sus
castañas pupilas.
-Eres un
enclenque. Débil e inútil. Nunca alguien como tú podría derrotarme.
El zorro
calló.
-Depositaron
sus esperanzas en ti. Y por ello han fallado.
Pareció
que iba a abrir la boca para contestarle, pero notó como la zarpa empezó a
presionar sobre él.
Liberó
su pata con la espada de la presión y clavó la hoja en el centro.
El
dragón ahogó un grito y le dijo que como prefiriera, que acabaría rápido.
Fue por
ello que, en lugar de ir apretando lentamente, dejó caer todo su peso sobre su
brazo. Aplastando por completo el frágil cuerpo del zorro.
Bueno, ¿qué os ha parecido? Espero que sea de vuestro agrado y seguramente para los 200 seguidores haga algo similar (ya que la verdad es que vi una participación medianamente activa en el hashtag).
Aún así, ya sabéis que podéis opinar, comentar, valorar y demás aquí abajo o por donde creáis oportuno. Además de que tengo entre manos otro pequeño proyecto para quien le gustase los relatos algo macabros como el que colgué hace unos días titulado "
Muñequito".
¡Un saludo y hasta la próxima!