¡Buenas tardes, queridos lectores! ¿Cómo van las vacaciones? ¿Todo bien por ahora? Espero que así sea. Hoy os traigo un pequeño relato escrito hace relativamente poco con el cual espero que disfrutéis leyéndolo. Así que no os entretengo más y os dejo con él.
La nieve y la bruma nublaban sus vistas, impidiéndoles ver más allá de dos palmos de sus caras. Los
barcos, dirigidos por Freight, capitán de renombre por aquellas blancas tierras,
surcaban las aguas heladas despacio pero con una rapidez asombrosa para estar
navegando en mitad de aquella ventisca con el hielo pudiendo emerger de
cualquier parte en cualquier momento. Pero no había ni un solo fallo en sus
órdenes, trazaba las rutas sin la necesidad del mapa, como si hubiera nacido en
aquellos mares congelados.
El
viento silbaba en los oídos de los tripulantes, quienes los tenían rojos como sus
narices a causa del frío, mientras empujaba las velas anaranjadas que
ostentaban los navíos para poder ser visualizados con mayor facilidad los unos
con los otros desde la lejanía. Era más, incluso el sonido del vendaval llegaba
a enmudecer el ruido de cubierta, a excepción de los gritos del capitán y su
hombre de confianza dispuesto en la otra nave. Pues parecían poder romper los
propios icebergs con un solo bramido.
Los
marineros, cubiertos con todas las pieles que podían, se movían ágilmente de un
lado a otro a pesar de su corpulento tamaño. Saltaban, brincaban y corrían como
si de monos en la selva se tratasen, atentos a todo lo que había a su alrededor
y funcionando como el engranaje de un reloj: perfectos en cada movimiento, sin
tener fallos que pudieran concluir en una desgracia para todas las otras
piezas.
Y yo,
paciente, como el propio tiempo que circula en las agujas de un cronómetro, los
observaba transitando entre ellos, caminando por esos enormes témpanos que
flotaban en el agua salada, a la espera de un pequeño error que pudiera
acarrear alguna calamidad que me permitiese empezar a segar.
Bueno, ¿qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? Y supongo que sabréis quién es el narrador de la historia, ¿verdad? Supongo que así será. Por otra parte, ya sabéis que podéis comentar, compartir, valorar y opinar aquí abajo sin ningún tipo de problema.
¡Un saludo y hasta la próxima!