sábado, 17 de agosto de 2013

El hombre que cayó de las estrellas

¡Buenas noches queridos lectores! Esta semana he estado fuera (otra vez) y acabo de volver a casa. Así que una vez acomodado y demás, os cuelgo aquí un pequeño cuento/relato que escribí en su día y espero que disfrutéis leyéndolo.


Sintió su cuerpo frágil. Ligero, como si pudiera flotar. Pesado, como si jamás hubiera descansado. Atrapado y a la vez libre.
Una mirada vacía que observaba todo, sin ver nada. Una boca abierta, dispuesta a hablar, pero tan seca que no era capaz de pronunciar palabra alguna. Una mente brillante, rebosante de ideas, pero detenida. Como una maquina sin aceite.
Y así se mantuvo, en el suelo, como el primer resplandor en el oscuro cielo. Un resplandor que ni siquiera las miradas más curiosas y atentas pudieron percibir.
Cerró sus pesados párpados. Pero no podía dormir a pesar de sentir su cuerpo agotado. Notó como las gotas empezaron a caer sobre él, mojando su áspero cuerpo y enterrándolo bajo el barro que caía en el cráter que él mismo había provocado.
Un suspiro se escapó de sus labios. No de desolación, ni de alivio. Sino de fuga. Pues su alma abandonó su cuerpo antes de ser enterrado. Un cuerpo que había sido rechazado, por no ser como los demás.
Un cuerpo que llegó del cielo, cayendo de él. Una noche sin estrellas, pues le abandonaron a su suerte. Y buscó ayuda. Pero no, no era un hombre como los demás. Era un extraño que buscaba indicaciones tras salir de un enorme agujero provocado en un estruendo. Un ser singular, nada particular. El desconocido que resplandecía.
Y todos quisieron ese esplendor.
Así que ignorando sus peticiones, se abalanzaron hacia él. Por ser diferente, por ser especial. En mitad de tanta gente corriente, en mitad de gente normal. Pero no pudieron quitarle su luz, pues la llevaba pegada a su aura, a su alma.
Y lo echaron. A pedradas y bastonazos. Golpeado por los ignorantes mientras los demás observaban, en silencio.
Hasta que su brillo parpadeó en el aire, saliendo de su boca, de su tos.
Todos miraron al suelo, a las gotas brillantes que se apagaron al momento. Y luego miraron al ser, sonrientes, mientras prosiguieron. Golpeándolo, hasta que huyó.
Corriendo por las callejuelas, yendo al exterior. Hasta su cráter, en el que se tiró.
Y miró al cielo, incomprendido y suplicando, mientras poco a poco su luz se iba atenuando. Hasta cerrar los ojos y suspirar.
Entonces fue, cuando en el cielo, todos los individuos lo vieron. Vieron en el cielo un centelleo. El de una única estrella, solitaria, brillar.


Y bien, ¿qué os ha parecido? Espero que hayáis disfrutado de la lectura y ya sabéis que, como siempre, podéis comentar, valorar, compartir y demás aquí abajo.

   ¡Un saludo y hasta la próxima!

4 comentarios:

  1. No entiendo lo que pretendes transmitir con este relato, sencillamente no tiene sentido. Intenta ser más claro con tus ideas y tus conceptos porque esta manera de escribir no tiene ningún significado, define mejor tus relatos y hazte entendible ya que si quieres dejar que sólo tu seas capaz de descifrar el relato no tiene sentido publicarlo en un sitio web. público

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    1. Gracias por la crítica, ¿pero qué no entiendes exactamente? Ya que de momento bastante gente me ha dicho que le ha gustado y demás y no veo que sea excesivamente complicado de entender. Por eso, dime qué no entiendes y ya lo reviso, pero así en general, cuando otra gente entendió el significado, no sé como "mejorarlo".
      Aunque si quieres, te hago el pequeño resumen de lo que trata y supongo que verás que no era tan complicado. Aún así gracias por el comentario.
      Un saludo.

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    2. Querido Anónimo, si es que ese es tu verdadero nombre ;3 He de decir que si te estancas en lo puramente realista nunca entenderás este relato que tiene coherencia y cierta simplicidad aunque gran profundidad. Mas no entiendes que es una alegoría, una metáfora que en un punto desvela y esclarece la mente pensante. Así pues, con coherencia y cohesión este muchacho a recalcado ciertos sentimientos, ciertas situaciones que a la vez que realistas al mismo tiempo metafóricas...
      Ahora pues te dejo, a que a tu mente dejes la suerte de ser libre y entender este CLARO texto. (Si vieras alguno de los míos sabrías por qué digo CLARO)
      Saludos.

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