viernes, 7 de marzo de 2014

Acordes de sudor

Lento movimiento de dedos, acompasados y perfectamente coordinados, yendo uno detrás de otro como quien toca una pieza en el piano, acariciando las teclas una por una, deslizando la yema de los dedos por ellas, con el roce necesario para provocar que la melodía, procedente de sus entrañas, se escape suave. Delicada y tiernamente, como la carne de blanco marfil que tiembla nerviosa, impaciente por ser tomada con esa sensualidad armoniosa.
Vello erizado en la piel, sintiendo distintas tonalidades invadiendo tus oídos para incitarte, provocarte a continuar ese placentero baile pasional, esa contienda anímica que deseas que nunca tenga final. Procurando alargarla hasta la eternidad, hasta el fin de los días, donde el cielo se rompa y caigan las estrellas del placer, sintiendo el desaparecer y gozando con todo ello, unánime. Conforme al absoluto decaer, correspondiendo a ese trance cercano a la muerte.
Punzadas, dentelladas y sudor recorriéndote la tez. Moviendo los hombros cargados para librarte de aquel peso aferrado con sus sanguinolentos dientes. Embistiendo adelante para satisfacerte con la música que sale de sus cuerdas vocales, rotas en aullidos de deleite. Rodeando su figura con tus brazos, estrechándola contra la tuya y apretando con fuerza tus manos, buscando inmortalizar esa continua fruición, como las notas grabadas en tu mente que reviven entre las cuerdas en plena vibración. Esa unión momentánea pero perpetua en el recuerdo, en vuestras cabezas bien secreto. Pues ambos amantes resultáis ser infieles; uno a su duque y otro a su pianoforte.

2 comentarios:

  1. No tengo palabras para describir el agrado que me ha dado leer este texto. Es... increíble, precioso. Está muy bien hecho, muy bien redactado, y además cuenta con un amplio vocabulario. Perfecto. No puedo decir nada más. Mi más sinceras felicitaciones. =)

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  2. Es genial, contiene un vocabulario preciso y una descripción más que maravillosa.

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