En referencia a Dante no concibo otra cosa que la música y todo el esplendor que posee para dominar y manipular todas las otras artes, creando algo único en cada mente.
Pero toda palabra se queda corta para esta maravilla, pues pasarla a letras, definirla, es un acto que conlleva demasiada valentía y que muy fácilmente puede caer en el error.
Por ello es mejor el silencio literario y que suenen las notas con su natural e irrepetible fervor. Pues ninguna otra cosa, más que ella misma, logrará pincelarla mejor.