sábado, 9 de marzo de 2013

Un bar cualquiera - Recordando (II)

¡Buenos días queridos lectores! Es sábado, sigo enfermo, pero creo que ya me he acostumbrado a esto. Ni idea. Pero bueno, no dejemos que esta maldita fiebre me impida publicar relatos y capítulos en el blog. Por lo que, como toca, hoy os cuelgo de buena mañana la continuación del capítulo anterior (os dejo el link por si no lo habéis leído todavía). Además, seguramente use un poquito más Wattpad (que lo tengo algo abandonado, francamente) y cuelgue ahí también la serie semanal (pero claro, solo sería algún que otro fragmento, porque lo que me interesa es el blog, no Wattpad. Sí, pondría el típico "para leer más, dale al siguiente link" o algo por el estilo. Ya veré).
Pero bueno, como he dicho, os dejo con el capítulo que toca y, por último, espero que disfrutéis de la lectura.


La imagen volvió a desaparecer poco a poco, haciéndose pedazos hasta quedarme de nuevo en ese habitáculo blanquecino. Mis mejillas estaban húmedas y sentía un extraño dolor en el pecho. Harry me llamó y ladeé levemente mi cabeza.
-Matt, algunos recuerdos pueden ser dolorosos… Pero no te dejes llevar por las emociones o la cosa se podría poner fea.
-Acabo de ver como ha muerto mi madre –le reproché, todavía sin girarme-. Y como yo tuve en parte la culpa.
-Eras un niño, no podías hacer nada…
-¡Aún así! ¿¡Por qué a mí no me ocurrió nada!?
-Eso es lo que vamos a investigar, Matt. Pero para ello debes calmarte.
Respiré hondo y le indiqué que ya me había calmado. Él asintió con la cabeza y volvimos a mi escuela. Por lo visto creía que ahí debía haber algo que se me escapaba de mi entendimiento.
Harry, con el recuerdo detenido, empezó a observar detenidamente toda la clase. Como si buscara alguna pista, alguna señal. Por mi parte, yo seguía observando a mi yo pasado y, un destello en su mirada, hizo que me entrara la curiosidad, por lo que me acerqué y puse mi mano sobre su mejilla.
-¡Matt, no!
La voz de Harry provino del fondo, pero cuando me giré para observarle el lugar se había vuelto a despedazar y estaba en mi cuerpo de niño otra vez. Solamente que esta vez estaba delante de mi nuevo hogar, en mitad de la mudanza con mi padre.
Esta vez no escuché la voz de Harry en mi cabeza, pero supuse que debía dejar que el recuerdo fluyese con normalidad, como en el accidente. Pero algo extraño sucedía. Yo estaba quieto en la calle, observando a mi padre como cargaba y descargaba las cosas del camión en silencio junto a dos trabajadores de mudanzas, pero todo iba rápido. Muy rápido. Y mi cuerpecito seguía ahí quieto, observando.
Hasta que una mano tocó mi hombro y me giré. Era mi padre que me indicaba que la cena ya estaba servida y que entrara ya, debido a que empezaba a refrescar.
Por lo visto, en unos segundos, había pasado de la mañana a la noche y, al entrar, el piso ya estaba casi completamente amueblado.
Fui a la nueva cocina y me comí la cena precocinada lentamente, mientras mi padre volvía a moverse rápidamente. Pero no sólo él, sino todo alrededor: la noche se iba volviendo más oscura, las noticias del televisor eran apenas entendibles debido a la velocidad en la que hablaban… Pero parecía que a mi yo pasado eso no le importaba. Ni siquiera lo notaba. Miraba todo el rato al frente mientras iba comiendo lentamente de su bandeja.
Y así hasta irse a la cama, que se tumbó boca abajo, mirando al despertador y, lo que uno consideraría los cinco minutos para dormirse, según el reloj fueron casi un par de horas.
Cuando abrí los ojos, al despertarme, volvía a estar en la clase. Me giré, hacia la pizarra, pero Harry ya no estaba. Volví a mirar a mi yo pasado y atrás, pero tampoco estaba ahí.
-¿Matt? –Preguntó una voz a mis espaldas.
-¿Si? –Me giré y pude observar a Harry, solo que tenía algo cambiado y no sabía identificar el que-. ¿Dónde te habías metido?
-Te fui a buscar –su voz era algo más grave, apenas perceptible-, pero no te encontré.
-Entiendo… Pero ¿qué es lo que acaba de suceder?
-¡Ah, nada del otro mundo! Solamente te has metido en otro de tus recuerdos dentro de este recuerdo sin que yo me hubiera podido anexar.
-Ajá…
-Pero creo que he descubierto como arreglar las cosas –dijo, sonriente-, Matt. Y creo que esto te alegrará.
-Enséñamelo, pues.
-Claro. Coge mi mano.
Extendió su brazo y yo le cogí de la mano. Acto seguido volvimos juntos al recuerdo del accidente, pero no volviéndolo a vivir todo de nuevo. Solamente momentos antes de la explosión y, cuando esta tuvo lugar, Harry que parecía estar sentado atrás como podía, me indicó que abrazara a mi madre.
Y así hice, dejando de obedecer la norma que me impuso en un inicio de dejar que las cosas fluyeran, controlé mi cuerpo infantil y abracé a mi madre, quien también me abrazó a mí.
Cuando la cosa pareció calmarse, abrí los ojos y miré de reojo atrás. Harry ya no parecía estar. Luego miré arriba, observando a mi madre que ya había dejado de abrazarme tan fuerte, y vi como la comisura de sus labios formaban una pequeña sonrisa.


Espero que os haya gustado. Creo que pocos os esperaríais esto (ni idea, si os lo esperabais... os aplaudiría, francamente), pero aún así ¿qué os ha parecido? Espero que os guste, además de seguiros dejándoos con la intriga de "¿qué pasará ahora?" para que sigáis leyendo esta pequeña serie. Así que, como siempre, podéis ir diciendo lo que os parece y demás comentando, valorando, opinando, etcétera, etcétera. Y hago un pequeño aviso de que, dentro de pocos capítulos (ya veréis porque), seguramente se modifique un poco el estilo de narración y el narrador, pero no os digo más.


   ¡Un saludo y hasta la próxima!

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