viernes, 25 de enero de 2013

Aventura

¡Buenas noches queridos lectores! Estoy en proceso del capítulo, pues ha habido ciertos momentos donde me he quedado algo encallado con cosas bastante "malas" por así decirlo, haciendo que algún día no escribiera nada para que mi cabecita hiciera algún que otro reseteo, a ver si se le borraba alguna que otra idea mala. Pero bueno, como aún seguimos entre semana, os pongo el relato que toca, titulado "Aventura", el cual se me ocurrió hará un par de días, como inicio de una nueva aventura precisamente, es decir, novela, serie... Pero como por ahora estoy con lo de Un bar cualquiera, ya si eso escribiría algún capítulo según me viniera y, si eso, más adelante quizá lo haría público (eso de llevar varias series, novelas y demás al mismo tiempo, en mi cabeza no tengo problema, pero en el momento de escribirlo puede organizarse un follón... Además de que mejor ir pausado que en caso de necesidad se puede recurrir a estos ases en la manga).
Aunque bueno, ya os he entretenido bastante, os dejo con este pequeño relato que casi vendría a ser un mini prólogo. Espero que os guste.


   Se levantó rápidamente de su cama. Todavía era de noche, pero el sueño que tuvo logró disipar todas las dudas que había tenido hasta el momento.
   Exaltado y al mismo tiempo nervioso, buscó dentro del enorme baúl que tenía frente a su cama, sacando de allí la vieja espada que heredó de su padre y la funda que le fabricó su madre, atándosela así a su cintura.
 Seguía con los ropajes para dormir puestos, pero no le importaban, pues en ocasiones abrigaban incluso más que su ropa normal. Y, una vez metido algo de fruta y carne en sal dentro de una pequeña bolsa y algunas monedas de oro en otro saquito, salió de la vivienda sin olvidar cerrar la puerta con llave.
  Miró al cielo nocturno, estrellado como siempre, y se fijó en el astro que le indicó su abuelo cuando era pequeño, diciéndole que su brillo le guiaría a innumerables aventuras. Así que, haciendo caso de esas palabras, emprendió su travesía hacia lo inexplorado. Guiado solamente por un desconocido centelleo blanquecino.


Bueno, ¿qué os parece? Sé que es algo corto, pues vendría a ser un pequeño prólogo como he dicho antes, pero si os ha interesado o gustado ya es buena señal. Aún así, ya sabéis que podéis comentar y opinar aquí abajo lo que creáis conveniente. Por lo que nos vemos en uno o dos días con el capítulo de Un bar cualquiera.

   ¡Un saludo y hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario