sábado, 17 de noviembre de 2012

Buitres

¡Buenos días estimados lectores! A ver si puedo seguir esto de ir subiendo entradas de buena mañana más a menudo. Y al final no subí la continuación de la serie semanal (Un bar cualquiera) ya que las visitas y opiniones... No me pareció suficiente. Y no, no es por egoísmo, sino que a veces "lo que uno quiere, algo le cuesta" y, simplemente, pedía algún "twitteo" más. O, al menos, más de un par de votos en las reacciones. Pero en fin, este miércoles/jueves subiré la continuación y, como es también algo corta, quizá haga dos capítulos juntos. Pero ya veré, como bien sabéis eso depende de vosotros.
Pues bien, pasemos al relato de hoy, titulado "Buitres".
Este relato lo escribí el otro día, no hace mucho, y quizá bastantes vayáis a saber la temática con solo leer el titulo, aunque sino, una vez leído el relato, creo que quedará bastante claro...
Así que aquí os lo dejo, espero que os guste.


   Un golpe. Luego otro. Seguido de un tercero. Continuando por un cuarto. Así, día a día. Momento por momento. Recibiendo golpes, una y otra vez. Un no parar. Hasta que, uno de esos días, decidió detenerlo.
   Al principio no le funcionó para nada. Salió aún más malparado, ya que los golpes se doblaron en cantidad y fuerza. Haciendo que se replanteara la idea de volver a rebotarse. Pero, aún así, volvió a hacerlo.
   Se alzó de nuevo, deteniendo uno de sus porrazos. Dicha acción les pilló por sorpresa, ya que pensaba que con la última vez lo habían dejado suficientemente claro pero, al ver que no fue así, volvieron otra vez con una reprimenda mayor a la anterior. Esta vez no se acható. La recibió con todas las cabezas bien altas.
   Cayó más de uno ante esa fuerza y opresión, pero muchos aguantaron. Y, cuando los golpes parecieron suavizarse, detenerse momentáneamente, actuaron.
   Los guardias habían comprendido que no podrían oprimirlos por siempre, aunque fuera a las órdenes de otro. Comprendieron que, aquellos que recibían los golpes, sus golpes, también los recibían por ellos. Así que, no solo les dejaron pasar, sino que se unieron a ellos.
   Hubo más golpes, si. Pues no todos se unieron. Aún había fieles y creyentes a sus mandatos, a su ley y orden. Gente que no veía más allá de eso y, por ello, lastimosamente recibieron. Recibieron, por primera vez, los golpes que habían proporcionado siempre.
   No todos estaban a favor de pagarles con la misma moneda, pero otros querían desahogar todo lo comprimido. Por lo que más de un revés se soltó durante el asalto, inicialmente, pacífico. Pero quienes les habían golpeado de buen inicio solo sabían hacer eso, apalear. Y, por ello, algunos se les unían.
   Hasta que llegaron a la gran sala. Donde se encontraban ellos. Los que controlaban mucho más allá de hasta donde la vista alcanzaba.
   Al principio temblaron. Sus caras estaban desfiguradas. Mostraban un pánico y terror puro. Lo único sincero que les habían mostrado hasta ahora.
   Los pueblerinos se acercaron. Ellos, como liebres, retrocedieron asustados. Ninguno de los presentes alzó la mano. Simplemente bastaron unas miradas. Unas miradas que decían “por fin hemos logrado llegar aquí y, ahora, ya sabéis que podemos volver a llegar”. No hizo falta nada más que un paso para que, esas ratas corrompidas por el poder, se empezaran a pelear entre ellas. Traicionándose por salvar su pellejo.
   Uno de la muchedumbre les escupió y, ellos, volvieron a mirar al pueblo. A su pueblo. Y observaron la imagen que sus mentes nunca olvidarían, pues a la mañana siguiente fueron desterrados. Exiliados de sus propios dominios.
   ¿Su crimen? No tener nunca suficiente.


Bueno, ¿les gustó? Espero que si, además de haber leído entrelineas. Pero bueno, cada uno a su gusto. Aún sigo mirando de como "arreglar" lo de melancólico en Reacciones, que me está costando más de lo que pensaba, pero sino ya sabéis: lo que aparece cortado es "Melancólico" y está dentro de las reacciones para valorar la entrada y el relato.
Así que esto es todo por hoy, nos vemos el siguiente día con la continuación de la serie que, espero, que os esté gustando.

   ¡Un saludo y hasta la próxima!

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