martes, 16 de octubre de 2012

Von Philkentor

¡Buenas tardes estimados lectores! Siento haberme retrasado con el relato, pero no puedo prometer que no volverá a pasar, porqué me conozco y... seguro que ocurre de nuevo, pero si que puedo decir que intentaré que pase la menor cantidad de veces posibles.
Bueno, ando perfilando los retoques de la idea que planteé en la última entrada, aunque lo de "Sígueme" lo haré seguro para el fin de semana que viene (estos días ando liado, que no os extrañe si me demoro también con la entrada del sábado, así que pido disculpas de adelantado).
Yendo ya al relato, esta vez traigo otro relato breve, que escribí hace tiempo en un momentín pensando en cierto asunto que le puede ocurrir a cualquiera, pero no adelanto más, ya sabréis a que me refiero una vez leído el escrito, así que os lo dejo a continuación.


   El cielo, oscurecido por culpa del humo de los edificios en llamas y las nubes de tormenta, se iluminaba momentáneas veces por algún relámpago que lo cruzaba o rayo de luz solar proveniente del atardecer, que se filtraba entre los nubarrones.
   Los edificios estaban derruidos y los coches en llamas, incluyendo muchísimos de policía.
  Al final de la calle se podía observar aún un edificio en pie, intacto, hasta que, tras una ruidosa explosión, esa infraestructura, la del ayuntamiento, cayó al suelo, haciéndose pedazos por completo.
   Una figura trepó por las ruinas de la edificación, dando pasos sonoros y pesados, hasta alzarse en el único pilar que quedaba en pie.
   -¡Por fin el mundo está bajo mis pies! –Dijo el tipo- ¡Ahora ya nadie podrá oponerse a mí!
   Esa silueta resultaba ser el profesor Von Philkentor, quien se encontraba dentro de su nueva armadura robótica que le cubría hasta el cuello, dejando a la vista su hermoso rostro, con sus gafas que le daban un toque más elegante además de resaltar sus ojos verdes mientras su cabello castaño claro, algo largo, hondeaba con la brisa de la tormenta por venir. A pesar de llevar una armadura que aumentaba su tamaño, su cuerpo estaba en buena forma debido a los intensos entrenamientos que hacia, pues entrenamiento mental no necesitaba alguno, era un genio.
   La armadura, de colores oscuros que variaban entre el negro, azul verdoso y rojo granate, disponía de una flexibilidad total y haciendo que Von Philkentor la pudiera manejar como si se tratara parte de su propio cuerpo, aunque no perdía nada de protección debido a eso, además de las múltiples armas que llevaba incorporada.
   “¿Por fin Von Philkentor había derrotado a todas las fuerzas de la justicia y la ley? ¿Por fin, tras todos sus intentos frustrados, había logrado conquistar el mundo? Todas las preguntas parecían tener una clara respuesta: Sí.”
   Von Philkentor cogió el cañón láser que colgaba de su espalda y disparó al cielo.
   -Doblegaos ante mí –exclamó-, ante vuestro nuevo líder y …

   La pantalla se fue apagando haciendo una forma de cruz blanca en el centro, cada vez mas pequeña, hasta desaparecer y dejar que la negrura se apoderada totalmente del monitor.
   -¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! –Gritó el jugador- ¡Todo lo que había logrado a la mierda!


Bueno, supongo que cualquiera que haya jugado a algún juego de alguna consola se sentirá identificado con la situación de que se haya ido la luz y no hayas guardado. Yo, al menos, no me excluyo, incluyendo de que se haya ido mientras andaba escribiendo alguna cosa y luego estuviera suplicando al Word para que lo hubiera guardado en el último instante.
Así que espero que os haya gustado, aunque hayáis sufrido esta "jodienda", y expreséis vuestras opiniones ya sea valorándolo, dándole a un "Me gusta" de Facebook, twittearlo, dejar un comentario o mandar un simple email al correo electrónico proporcionado~

   ¡Un saludo y hasta pronto!

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